Filloas en Galicia, crêpes en Francia, crispelle en Italia, pancakes en los países anglosajones, pita en África, baklava en Grecia y Albania, blinis en Rusia o pfannkucken en Alemania.
-
Procedente del griego "phyllon", literalmente: lámina
-
Originariamente, la elaboración de este producto se atribuye a los romanos. En la preparación se utilizaba: especias, miel, leche y harina (añadida tras la mezcla de los ingredientes previos)
Continuando con una línea cronológica, la receta romana y su tradición viajaron entre los precristianos y se fue extendiendo por todo el continente europeo. Según el monje cristiano Beda el Venerable (672-735), la población anglosajona llamaba al mes de febrero "Solmonath" (relacionado con el sol) y celebraban ritos de fertilidad por la cercanía de la primavera. A su parecer, el mes "Solmonath" podría estar considerado el mes de las tortas (mensis placentarum), tortas que se ofrecerían a los dioses en este mes.
La variedad y composición de las filloas no tiene fin, casi cada casa tiene su manera de hacerlas, así como las harinas empleadas que pueden ser varias, centeno, maíz o trigo o la mezcla utilizada donde destaca aquella en la que se utiliza sangres de cerdo previamente bien batida para que no cuaje.
Para adentrarnos más en el origen y la historia de este producto, contamos con dos testimonios:
El de Jose Manuel Iglesias, tesorero de la Asociación cultural de la Filloa en Lestedo, quien nos habló sobre la importancia de la filloa en el Concello de Boqueixón.
Y también con el de Manuel Gago, autor del blog personal Capítulo 0, fundado en 2004, el más antiguo, en activo, escrito en lengua gallega y escogido en 2012 como mejor blog informativo/cultural en los I Premios Gallegos de Marketing en Medios Sociales, nos habla en el siguiente vídeo de los orígenes de este producto tan gallego y de su relación intrínseca con el carnaval.